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Podemos separar la definición o incluso la estructura de ritos y pensamientos judíos versus cristianos, separados por la historia, tiempo antes y después del nacimiento del Unctus, el ungido, en griego Cristhós; porque primeramente se da el nacimiento del judaísmo desde que el sacerdote Esdras recita la ley en el templo “Dijeron al escriba Esdras que trajera el libro de la Ley de Moisés que Yahvé había prescrito a Israel. […] Leyó una parte en la plaza que está delante de la Puerta de Agua…” (Nehemías 8) Verificamos grosso modo que obviamente se da el judaísmo primero que el cristianismo y gira alrededor del antiguo testamento (La Torá).
Como segundo punto, Jesús nace judío (Paredes, 2019); y aún el nombre christianus no se establece en sí, el nombre “cristiano” se consolida hasta el 115 d.C “seguidores de Cristo” (Flores, 2021). Destaco que Roma llega a Jerusalén en el año 67 a.C con el General Pompeyo, por lo que quiere decir que Jesús nace en una época gobernada por el Imperio Romano, que incluso podemos respaldar bíblicamente con el Evangelio de Mateo 2 “Jesús nació en Judea en tiempo del rey Herodes” además este imperio continúa existiendo después de la Resurrección de Jesús.
Punto número tres, también resaltamos la existencia de los judíos mesiánicos que este es un gran pilar como transición para lo que es la traditum judeocristiana, como lo menciona De Mola, porque ellos son judíos (valga la redundancia) más complementan con la creencia en el mesías “unctus”, en otras palabras, reconocieron que Jesús era el Mesías (1999) el cual practicaban la fracción del pan, utilizaban la sinagoga, bautizaban en nombre de Cristo y actuaban con obras de caridad.
Si nos ubicamos entre los años 30 al 80 después de Cristo están aconteciendo las revueltas judías por el “Cresto”: “Iudaeos, impulsore Chretos, assidue tumultuantes, Roma expulit” y los judíos son expulsados de Roma por Claudio más luego se vuelven a encontrar judíos en Roma (Richard):
“En el siglo 1º había en Roma una colonia con más de 40 000 judíos que gozaban de bastantes privilegios: podían reunirse, recolectar dinero para el templo, no hacían el servicio militar y tenían sus propias cortes de justicia. El Imperio Romano en todo su territorio tenía alrededor de 80 millones de habitantes y un 10 % de ellos eran judíos.”
El judaísmo Romano tenía bastante congruencia con el judaísmo de Jerusalén, los primeros mencionados laudabant el monoteísmo y las prácticas de estos últimos exceptuando la circuncisión. Por eso el culto de la iglesia judeocristiana evangelizaba a tal punto de que después de los 70 incluso los judíos rabínicos acudían a las sinagogas (Richard). Para sacar a la luz un par de datos necesarios: Los mesiánicos no estaban de acuerdo con las revueltas y segundo los rabínicos es el judaísmo fariseo, añadiendo que por ahí de los años 80 expulsaron a los mesiánicos de las sinagogas.
Cómo en el año 120 nacen los padres de la iglesia por un gran momento de reflexión siguiendo esta sucesión: 1. Apóstoles 2. Seguidores de Jesús 3. Padres de la Iglesia donde se plasma el nombre de christianus que de hecho es un nombre del griego que significa seguidores del ungido. Cabe mencionar que los Cristianos eran perseguidos por el Imperio Romano, celebrando el culto a escondidas, si eran vistos o delatados serían ejecutados antes del 333 d.C con la llegada de Constantino al poder.
Menciona Andrés Valverde, licenciado en teología bíblica que ya para el cristianismo hay material escrito en su recolección donde las prácticas judías escalan a un nivel mayor en el sentido de que el bautismo conlleva un área más sistemática, los ritos judíos se mantienen, es más, alcanzan una evolución, y se da el rito del matrimonio, la confesión y unción de los enfermos (catolicismo) donde podemos encontrar a mayores rasgos en Hechos de los Apóstoles y I Pedro (2021).
Me atrevo a tener una visión paralela entre el Camino Neocatecumenal y el culto judeocristiano, rescatando los escritos de Kiko Arguello y un poco acerca de la Biografía de Carmen Hernández el cual pueden comentar un renacimiento de la iglesia (Javier 2018), de cierta forma, desde las fuentes judías basadas en el bautismo, asemejándose a ritos judeocristianos en tradición, sagradas escrituras y magisterio; desde los signos como la menorá hasta los cantos y estilística de la música.
De hecho, para el Siglo XXI sigue en pie esta visión sin dejar de lado las fuentes, propongo estos enlaces el cual pueden detallar un poco más la visión de este pequeño trabajo:
El bautismo como señal esencial de la fe
La Menoráh, se dice que hace referencia a la presencia de Dios al momento del rito, para los judíos representa la luz de Dios en ese momento en la oscuridad y las siete velas son los siete ojos de Dios el cuál representa su poder infinito de visión total.
Pan ácimo
de Mola, P. F. L. (1999). La importancia del trabajo etnográfico en los estudios sobre religión. Alteridades, 9(18), 159-161.
Flores Cárdenas, P. (2021). Pasos que Jesús y el apóstol Pablo siguieron para discipular a sus seguidores.
Martínez Castañeda, H. J. (2018). La nueva estética del camino neocatecumenal en la obra de Kiko Argüello. 1964-2018.
Paredes, J. C. (2019). Mariología. Madrid: BIBLIOTECA DE AUTORES CRISTIANOS.
Richard, P. Los orígenes del cristianismo en Roma. RIBLA, 139.